Catastroïka






Privatization goes public





Los creadores de Debtocracy, un documental visto por dos millones de
personas y transmitido desde 


Japón hasta América Latina, analizan la
privatización de los activos del estado.





The creators of Debtocracy, a documentary with two million views
broadcasted from 


Japan to Latin America, analyze the shifting of state
assets to private hands.















Es la libertad o la tranquilidad. Tienes que elegir. Serás libre o estarás tranquilo. No puedes tener ambas cosas. | Tucídides





INFORMACIÓN SOBRE CATASTROIKA

Era
por el principio de 1989, cuando el académico francés Jacques Rupnik se
sentó en su oficina para preparar un informe sobre el estado de las
reformas económicas en la Unión Soviética de Mijaíl Gorbachov. El
término que usó para describir los últimos respiros del imperio era el
de “Catastroika”. En la época de Yeltsin, cuando Rusia estableció
probablemente el experimento de privatización más grande y con menos
éxito en la historia de la humanidad, un grupo de periodistas de The
Guardian dio un significado diferente al término de Rupnik.
“Catastroika” se convirtió en sinónimo de la destrucción completa del
país por fuerzas del mercado, la venta de la propiedad pública y la
excesiva deterioración del nivel de vida de los ciudadanos. La unidad de
medida de Catastroika era el desempleo, el empobrecimiento social, la
baja expectativa de vida y la creación de una nueva liga de oligarcas
que tomó el mando del país. Unos años más tarde, un esfuerzo similar de
privatización masiva de la propiedad pública que se realizó en Alemania
unida (se presenta como modelo para Grecia) era responsable de millones
de desempleados y los escándalos más grandes en la historia de Europa.

Es
esta misma “Catastroika” la que vendrá pronto por Grecia, la “última
Unión Soviética de Europa”, como la llaman los diputados y los ministros
del ex-gobierno “socialista” del país. Catastroika es la lógica secuela
y continuación de nuestro primer documental “Debtocracy”, en el que se
examinaron las causas de la crisis de endeudamiento en Grecia y en la
periferia de Europa.

Sin embargo, Catastroika no es un virus que
ataca sólo a los países que cambian radicalmente su sistema económico
(como Rusia) o los países bajo una ocupación económica. En realidad, los
ejemplos de privatización con menos éxito ocurren en poderes económicos
que teóricamente pueden controlar las consecuencias negativas.

Catastroika
se encuentra en Gran Bretaña en la era después de Thatcher, donde los
ciudadanos fallecen en accidentes de la red ferroviaria privatizada. Se
encuentra en el privatizado y liberalizado sector de correos holandés,
donde se han quitado miles de puestos de trabajos y el cartero llega dos
o tres veces por día. Se encuentra hasta en California, donde los
ciudadanos se han quedado sin electricidad con la desregularización del
mercado de energía.

Pero las consecuencias más graves y
terroríficas ocurren en países que han caído en la trampa de entidades
crediticias del extranjero y que están obligadas a proceder a
privatizaciones masivas. La venta de la propiedad pública que se realiza
en Grecia, ha sido probada varias veces en circunstancias similares.
Los responsables de la venta de utilidades públicas en países de América
Latina han trasladado sus oficinas a países de la periferia europea y
los mejores de ellos visitan a Atenas los últimos meses.

El
proceso es siempre el mismo: al principio, el gobierno, con la
colaboración de los medios de comunicación masivos, empieza un ataque
fuerte a los funcionarios. Los presentan como responsables de todos los
males económicos del país. El mito de un sector público con demasiados
funcionarios se basa casi siempre en datos manipulados de organizaciones
que apoyan al gobierno y que se apoyan por el gobierno actual.
Simultáneamente, algunas organizaciones públicas se dejan a propósito
sin ningún apoyo, desesperando a los ciudadanos por su falta de
eficiencia. El proceso acaba con la venta incluso de las organizaciones
más rentables por un porcentaje mínimo de su valor verdadero.

El
equipo de Catastroika viaja por muchos países en busca de imágenes,
información y material sobre los programas de desregulación y
privatización que se han realizado en el llamado mundo “desarrollado”.
El resultado final de la investigación no es ni blanco ni negro. El
“carácter social” del sector público contra una cara inhumana del
mercado libre es tan simplista como las teorías de Milton Freedman sobre
la necesidad de privatización hasta del aire que respiramos. Sin
embargo, el caso de Grecia supera el debate simple y teórico sobre el
papel del país en la economía.

Una vez más, el documental se
distribuirá por el internet con Licencia Creative Commons. La
circulación libre de Catastroika no sólo es una “obligación” frente
nuestros coproductores, es nuestra profunda y filosófica convicción de
que cada producto de creación intelectual debe estar a libre disposición
para todos. El sistema económico actual, mientras se basa cada día más
en la producción y administración de información, no es capaz, por su
naturaleza, de encontrar maneras de asegurar la remuneración de los
creadores de información. Probablemente, es otro tema, entre muchos, que
no avanza en el tema de desarrollo de las fuerzas productivas de la
economía y pronto igual se amenazarán las bases del sistema económico
actual. Como ya se sabe, cada sistema que paró el desarrollo de las
fuerzas productivas no ha durado mucho – y pueden preguntar a los
feudalistas sobre esto…













It's either freedom or tranquility. You need to choose. You will either be free or tranquile. You can't have both. | Thucydides




INFO ABOUT CATASTROIKA




It
was at the beginning of 1989 when the French academic Jacques Rupnik
sat at his desk, in order to prepare a report on the state of the
economic reforms in Mikhail Gorbatsov’s Soviet Union. The term that he
used in describing the death rattle of the empire was “Catastroika”. In
Yeltsin’s time, when Russia instituted maybe the biggest and least
successful privatization experiment in the history of humanity, a group
of Guardian reports assigned a different meaning to Rupnik’s term.
“Catastroika” became synonym of the country’s complete destruction by
market forces; the sell off of public property; and the steep
deterioration of citizens’ living standards. Now, Catastroika’s unit of
measurement was unemployment, social impoverishment, declining life
expectancy, as well as the creation of a new cast of oligarchs, who took
over the country’s reins. A few years later, a similar effort to
massively privatize public property in unified Germany (which is
presented as a model for Greece) created millions of unemployed and some
of the biggest scandals in European history.





It
is this “Catastroika” that is coming soon to Greece; to “Europe’s last
Soviet Republic” as the MPs and the ministers of its former “socialist”
government liked to call it. Catastroika is the logical aftermath and
continuation of “Debtocracy”. Therefore, the logical sequence of our


first documentary, which examined the causes of the debt crisis in Greece and the European periphery as a whole.





Nevertheless,
Catastroika is a virus that attacks not only the countries that
radically change their economic system (like Russia) or countries under
financial occupation. In fact, maybe the most unsuccessful privatization
examples occur in financial superpowers that theoretically have the
financial strength to control their negative consequences.





Catastroika
can be spotted in post-Thatcherite Britain, where citizens were killed
in accidents at the privatized rail network. It can be detected in the
Dutch privatized and liberalized postal sector, where thousands of jobs
have been cut and mail arrives at one’s door two to


three
times per day. It can be detected even in California, which left her
citizens in the dark when it deregulated the energy market.





However,
its consequences are the gravest and most frightening at countries
which fell in the trap of foreign lenders and are obliged to proceed to
mass privatization. The public property sell-off which takes place in
Greece has been tried several times in similar circumstances. The same
people, who undertook the selling of public utilities in Latin American
countries, now have moved their office in countries of the European
periphery –and the most competent among them have been travelling to
Athens during the last months.





The procedure
always follows exactly the same steps: In the beginning, the government,
in collaboration with mass media, starts a forceful attack against
public servants, who are presented as responsible for all the country’s
financial woes. The myth of the overextended public sector is often
based on manipulated data from organizations supported and supporting
the government of the time. Concurrently, specific public organizations
are deliberately left unsupported, exasperating citizens due to their
inefficiency. The process is completed by the sell-off of even the most
profitable public organizations at a fraction of their real value.





Catastroika’s
team is already travelling in many countries, collecting images,
information and material on deregulation and privatization programs that
have been implemented at the so-called “developed” world. The final
result of the research is never black or white. The divide between the
“social character” of the public sector vis-à-vis the inhumane face of
the free market is equally simplistic as the theories of Milton Freedman
that professed the need to privatize even the air that we breathe. The
Greek case however supersedes the simple theoretical discussion on the
role of the country in the economy.





Once more,
the documentary will be distributed online under creative commons
licence. The free circulation of Catastroika is not just an “obligation”
to our co-producers. It is our deeper and, if you prefer, philosophical
belief that each product of intellectual creation should be freely
available to all. The current financial system, while based all the more
on the production and management of information, is incapable by its
nature to find a way to secure the remuneration of information creators.
This is probably one of many dead-ends in the development of the
economy’s productive forces, which may soon threaten the bases of the
current financial system. Because, as it is well known, every system
that stopped the development of the productive forces fell apart – and
you can ask the feudalists about that…

















Visita la página web de catastroïka para saber más. / Visit catastroïka web site to learn more.



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