Universidad Laboral de Cheste



Universidad Laboral de Cheste


Arq. Fernando Moreno Barberá







Asignatura: Cultura e Historia de la Arquitectura

Profesor: Juan María Songel Gonzalez 





    







INTRODUCCIÓN 






Las Universidades Laborales fueron en España una respuesta que
dio el gobierno franquista ante uno de los grandes problemas sociales de
la época: la educación de los hijos de la clase obrera. Así fue como en
1955 se impulsó desde el Ministerio de Trabajo, en vez
del de Educación como sería lo lógico, la creación de una serie de
escuelas de ideología falangista para formar a estos chavales,
normalmente en régimen de internado, en enseñanza secundaria, formación
profesional e ingenierías técnicas (algunas como la que nos ocupa
también se encargaba de parte de la educación primaria). Estos centros
de enseñanza tras la muerte del dictador fueron extinguiéndose hasta que
en 1981 ya habían cerrado todos. Actualmente los edificios han sido absorbidos por el Ministerio de Educación y tienen diferentes usos.













Una vez hecha la introducción histórica, pasemos a hablar de la que nos
ocupa en esta entrada que será algo más larga y con más contenido de lo
habitual.


 

En el año 1968 se poseía el proyecto para llevar una de estas
Universidades Laborales a Valencia, pero existieron complicaciones de
todo tipo: desde problemas de soleamiento hasta sanitario, pasando por
los problemas técnicos relativos al terreno en que se quería edificar.
Por ello se decidió trasladar el proyecto a una serie de terrenos en
Cheste, la mayor parte cedidos gratuitamente por la localidad y el resto
expropiados. Lo más impresionante es que los 45 edificios que componen el complejo se llevaron del plano a la realidad en tan solo diez meses, un esfuerzo claramente faraónic.







 




Nos detendremos en algunos de sus edificios más significativos. En
primer lugar tenemos el edificio más representativo de todo el complejo:
el llamado Paraninfo. Este edificio es un auditorio para más de
5000 personas con un aspecto monumental, el cual le confieren esas
nervaduras de hormigón. En su favor he de decir que la restauración a la
que fue sometido lo empeoró bastante tapiando con hormigón lo que antes
eran galerías descubiertas cuyo aspecto en aquel entonces era este.








La parte trasera
es la que merece todas las críticas independientemente de la época: un
paredón de hormigón visto que es precisamente lo que se puede observar
si se mira desde cualquier otro edificio del complejo en lugar de la
potencia de las galerías y nervaduras.







Cambiando de edificio y pasando a donde se impartían las clases
tenemos unos bloques de los cuales Le Corbusier se habría sentido
orgulloso. Tras unos núcleos de comunicación al aire libre tenemos una
organización de clases ocultas tras unos brise-soleil, todo de hormigón
visto, siendo el edificio que más destaca la austeridad y quizás la
clase social a la que estaban destinados. Y para rematarlo todo, ¿qué
mejor que unos testeros dignos de medianera.








El complejo fue creado para alienar y satanizar a todos los que allí se
encontraban, por ello no podían faltar como piezas destacables los edificios de viviendas
donde se alojaban los alumnos. Estos además de satánicos en el exterior
lo son también en el aspecto social. En seis pisos podían albergar
hasta a 1.200 alumnos cada uno de los cuatro bloques, a razón de 8
alumnos hacinados por habitación en el menor espacio posible.




También me gustaría reseñar, a falta de mayor material complementario
sobre los edificios de comedores, gimnasios o el hospital, la
distribución de los espacios libres digna de la más rabiosa actualidad.
Mediante grandes explanadas de hormigón, cubiertas por losas o parasoles
de nervaduras, la vida social de los alumnos de esta escuela pasaba por
espacios desangelados, desprovistos de cualquier elemento de mobiliario
urbano. Al igual que en la actualidad, sus plazas y caminos eran
autopistas por las que circular hacia tu destino, sin dar tregua para
una pausa o interacción con el entorno. Así era la Universidad Laboral
de Cheste, la cual muchos de sus ex-alumnos recuerdan con cariño.














Fotos visita:




























































































































































































































Texturas:


























Bibliografía específica:
- Blat Pizarro, J., Fernando Moreno Barberá. Modernidad y Arquitectura. Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona, 2006.
- Blat Pizarro, J. (Ed.), Fernando Moreno Barberá. Arquitecto. Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, Valencia, 2006.


- Bravo Bravo, J.A. Enseñanzas prácticas : espacios para la docencia y la investigación en la obra de Fernando Moreno Barberá. Valencia : Universidad Politécnica de Valencia , 2008.


- Jordá Such, C., Universidad Laboral de Cheste 1967-1969, Colegio de Arquitectos de Almería, Almería, 200. (RECOMENDADO):













A pesar del alarde técnico y funcional que representó en su época, en la actualidad este edificio aparece desfigurado por una reciente intervención consistente en un cierre perimetral que inoportunamente levantó un muro de ladrillo, ocultando el particular sistema compositivo de todo un frente caracterizado, además de por las enormes nervaduras, por su potente confrontación entre la profundidad de los huecos y la continuidad de sus antepechos horizontales. Esta desafortunada actuación que, además, no ha resuelto ningún problema, requiere ser reparada cuanto antes para devolver al conjunto su principal imagen de reconocimiento. | Carmen Jordá





Bibliografía online:









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